martes, 31 de mayo de 2011

BORN TO BE WILDE


El prefacio de El Retrato de Dorian Gray fue añadido en 1891, junto con otras enmiendas. La novela también fue ampliada enormemente: los trece capítulos originales se convirtieron en veinte y el capítulo final fue dividido en dos nuevos capítulos. Las adiciones permitieron "dar contenido a Dorian como un personaje" y también proveyeron detalles sobre su ascendencia, lo que contribuyó a hacer su "colapso psicológico más prolongado y convincente". Wilde usó el prefacio para responder a las críticas y defender la reputación de la novela. Consiste en una colección de afirmaciones sobre el rol del artista, un verdadero tratado sobre el arte en sí mismo, el valor de la belleza y sirve como un indicador de la forma en que Wilde propone que sea leída la novela. Se trata de un texto de enorme profundidad  y que podría constituir por si solo el eje perfecto para toda una tertulia completa. Lean y disfruten.

PREFACIO

El artista es el creador de cosas bellas. 

Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.

El crítico es quien puede traducir a otra forma o a un nuevo material su impresión de las cosas bellas.

La más elevada, así como la más baja forma de crítica es una especie de autobiografía.

Los que encuentran feas significaciones en las cosas bellas están corrompidos sin ser encantadores, lo cual es un defecto.

Los que encuentran bellas intenciones en las cosas bellas son los cultos. Para éstos hay esperanza.

Existen los elegidos para quienes las cosas bellas significan unicamente belleza.

Un libro no es nunca moral o inmoral. Está bien o mal escrito. Eso es todo.

La aversión del siglo XIX al realismo es la rabia de Calibán al ver su rostro en el espejo.
La aversión del siglo XIX al romanticismo es la rabia de Calibán al no ver su rostro en el espejo.

La vida moral del hombre forma parte del tema del artista, pero la moralidad del arte consiste en el uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son ciertas pueden probarse. 

Ningún artista tiene simpatías éticas. En un artista, una simpatía ética es un imperdonable amaneramiento de estilo.

Ningún artista es nunca mórboso. El artista puede expresarlo todo.

El pensamiento y el lenguaje son para el artista instrumentos del arte.

Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte de la música. Desde el punto de vista del sentimiento, la profesión del actor.

Todo arte es a un tiempo superficie y símbolo.

Los que quieren comprender el símbolo, lo hacen a su propio riesgo.

Es al espectador, y no a la vida, a quien refleja realmente el arte.

La diversidad de opiniones sobre una obra de arte demuestra que la obra es nueva, compleja y vital. Cuando los críticos difieren, el artista está de acuerdo consigo mismo.

Podemos perdonar a un hombre por hacer algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer algo inútil es que uno lo admire intensamente.

Todo arte es completamente inútil.

Oscar Wilde.


Una maravilla, no hay mucho mas que decir!

UN ROSTRO SIN CORAZÓN


Hola amigos, aquí os dejo un interesante estudio sobre "El retrato de Dorian Gray", espero que os guste y que sirva como base para la ansiada tertulia que mantendremos dentro de unos dias.
Durante estos días de "cuenta atrás" iré publicando la variada documentación que he estado repasando sobre la obra así como información relativa a las diversas adaptaciones de la historia a otros medios (cine, teatro, comic,etc...)
Un abrazo.

ESTUDIO DE LA OBRA: "El Retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde.



EL  AUTOR
Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde nació en Dublín en 1854. Durante su época de estudiante en Oxford ya cons­truyó la imagen de dandi brillante que le acompañó duran­te toda su vida. Fue un conversador tan fascinante e inge­nioso que muchas de sus respuestas y opiniones se citan aún hoy e incluso se le atribuyen muchas más sentencias pro­vocadoras de las que realmente dijo. Decoró su habitación de Oxford con porcelanas chinas, lilas y plumas de pavo real, se atrevió a rechazar la práctica de deportes —algo im­pensable para la educación de los caballeros ingleses— y presumió de indolente, cuando en realidad fue un buen es­tudiante, amante de la cultura clásica y apasionado de las ideas estéticas de profesores como John Ruskin y Walter Pater. Wilde se inclinó primero por las teorías de Ruskin, pa­ra quien el arte y la belleza tenían un sentido moral y de­bían ser socialmente útiles; pero finalmente adoptó la posi­ción de Pater, quien defendía el valor del arte en sí mismo y el disfrute de la experiencia de la vida. Éstas son las ide­as que exponen tanto el personaje de Lord Henry en El re­trato de Dorian Gray como el mismo autor en el prólogo de la obra.
Al no conseguir quedarse en la universidad, cuando terminó sus estudios se instaló en Londres. Allí mantuvo una activa vida social y se convirtió en uno de los más lamosos repre­sentantes de las tendencias esteticistas de «el arte por el ar­te» que triunfaban en la época. Sus primeras obras literarias fueron un fracaso, pero su popularidad le proporcionó un contrato para dar conferencias durante diez meses en Estados Unidos, donde divulgó sus ideas y cultivó su imagen de ex­céntrico.
Constance Lloyd, esposa de Wilde, y Cyril, su hijo.
A los treinta años se casó y tuvo dos hijos por los que sentía verdadera adoración. A ellos dedicó algunos de sus relatos y fábulas infantiles como El príncipe feliz y otros cuentos, El fantasma de Canterville, El gigante egoísta o El ruiseñor y la rosa. En 1890 publicó su única novela; El retrato de Dorian Gray. Escribió también numerosas reflexiones sobre el arte y, durante la década de los años noventa, estrenó una serie de obras teatrales que le otorgaron su momento de mayor presti­gio. Una de ellas reproduce el drama bíblico de Salomé. Publicada en Londres en 1894 con dibujos de Aubrey Bearsdley, fue estrenada finalmente en París en 1896, ya que en Londres fue considerada demasiado erótica e inmoral y, en 1905, ya fallecido Wilde, Richard Strauss la convirtió en una ópera. El resto de las obras se acogen al modelo de la alta comedia, a partir del cual Wilde explota su gusto por los diá­logos ingeniosos y su propósito de satirizar la hipocresía y la doble moral de la sociedad victoriana de la época. La impor­tancia. de llamarse Ernesto (The importance of being Ernest) es la más lograda de esas comedias de enredos y equívocos que hacían las delicias del público, y en las que el amor triun­faba finalmente sobre las convenciones sociales. Sin embar­go, el éxito de Wilde se movía en un terreno resbaladizo. Por una parte criticaba la represión y el puritanismo social, mien­tras que por otra deseaba fervientemente el aplauso de esa mis­ma sociedad que era objeto de su burla. Por una parte denun­ciaba la doble moral, por otra, él mismo vivía instalado en ella, ya que desde los primeros tiempos de su matrimonio com­paginaba su vida de casado con sus relaciones homosexuales. Muy pronto pagaría caro su "atrevimiento".
Lord Alfred Douglas
En 1891 Wilde había iniciado una relación amorosa con Lord Alfred Douglas, «Bosie», un joven de veintidós años, estu­diante de Oxford e hijo del marqués de Queensberry. El mar­qués, recordado también actualmente por ser el inventor de las reglas del boxeo, acusó a Wilde de homosexualidad y és­te, a instancias de Bosie, reaccionó denunciándolo por di­famación. Perdido este juicio, llegaron dos más en los que Wilde era el acusado y en los que, en medio de un enorme escándalo, fue duramente condenado a dos años de traba­jos forzados. Las condiciones físicas de la cárcel eran tan ex­tremas (con los reclusos encerrados veintitrés horas al día en celdas aisladas, mal alimentados, enfermos, etc.) que lleva­ron a Wilde a escribir:
«El sistema penitenciario actual parece no tener más finali­dad que arruinar y aniquilar las facultades espirituales (...) el desgraciado que se halla encerrado en una cárcel inglesa difícilmente puede escapar a la locura.»
Expulsado de la sociedad, proscritas sus obras, abandona­do por casi todos sus amigos —temerosos muchos de verse envueltos en los mismos problemas de Wilde—, arruinado por los juicios, perdida la patria potestad de sus hijos, Wilde relató desde la cárcel su dolorosa experiencia en una carta dedicada a Bosie: De profundis (Epístola: In Carcere et Vinculis). Cuando quedó en libertad en 1897 se dirigió a Francia, donde adoptó inicialmente el seudónimo de Sebastian Melmoth. «Sebastian» por la figura del mártir cristiano he­rido por las flechas, una figura muy cara a las representa­ciones homosexuales, «Melmoth» por Melmoth el errabundo, un personaje de ficción, inspirador también de El retra­to de Dorian Gray y que ahora pasaba a representar su mis­ma pérdida de rumbo vital.
Tumba de Oscar Wilde, París, cubierta de besos.
En 1900 murió en París, a los cuarenta y seis años de edad, convertido en alguien absolu­tamente distinto a la figura del dandi que había cultivado a lo largo de su vida. Sin embargo, muchas décadas más tar­de, el escritor Jorge Luis Borges podía afirmaba:
«Su obra no ha envejecido, podía haber sido escrita esta ma­ñana1
' Prólogo a Ensayos v artículos de Oscar Wilde, en Ja Biblioteca Personal J. L. Borges. Barcelona: Orbis, 1986. Citado por M. Bach (1996): «Oscar Wilde: dandi y mártir» CU! 89, 44-53.

EL RETRATO DE DORIAN GRAY
Original Lippincott's Monthly Magazine
Durante una cena con Oscar Wilde y Arthur Conan Doyle, el editor de la revista americana Lippincott's Monthly Magazine les encargó que escribieran alguna novela para su revista. Muy pronto apareció la de Oscar Wilde y al año si­guiente, en 1 891, fue editada en forma de libro. En el paso de una publicación a otra, Wilde había introducido algunos cambios como respuesta a las críticas de inmoralidad que ha­bía suscitado la obra (en la que todo el mundo veía refleja­da la doble vida de su autor) en aquella sociedad victoriana que asociaba la actividad artística a la vida disipada y el escándalo. El escritor se extendió en el prólogo en una de­fensa de su concepción del arte y sentenció:
«Un libro no es en modo alguno moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo.»
Pero, al mismo tiempo, en una contradicción muy caracte­rística de toda su obra, sostuvo que el libro contenía una gran lección ética. Suavizó el contenido erótico y las relaciones de homosexualidad implícitas entre los personajes y aña­dió pasajes y capítulos, como el del intento de venganza de James Vane, que daban a la obra una dimensión moral más convencional. En sus debates sobre la novela, Wilde presentó a los tres personajes principales como una recreación de tres facetas de su propia personalidad:
«Contiene mucho de mí. Basil Hallward es lo que creo que soy yo; Lord Henry lo que el mundo piensa de mí; Dorian lo que me gustaría ser—en otra época, quizá.» (Letters, p.352)

Este reparto de papeles se torna, pues, más complicado por­que los tres son meros portavoces de distintas actitudes con las que Wilde se identificaba, y no tienen un protagonismo equivalente. Basil, el artista para quien la belleza va unida a la bondad, se mantiene de hecho en un segundo plano; de­sea reconducir al bello Dorian al bien y su intento moral le lleva a la muerte. Lord Henry encama el propósito de situarse por encima del bien y del mal, encarna la figura de un dan­di mundano y expone las ideas de Pater sobre el «nuevo he­donismo» que debería regenerar a una sociedad estancada y sacarla, como nos dice, del «puritanismo severo y desabrido que está teniendo en nuestra época un curioso resurgimien­to». El joven Dorian lleva esa teoría a la práctica, esforzán­dose por experimentar nuevas sensaciones y placeres, de for­ma que acaba pareciendo una prolongación del personaje de Lord Henry. Pero en lo que sí acierta Wilde plenamente es en que el diálogo ingenioso («Hoy en día la gente conoce el precio de todo y el valor de nada.»), el amaneramiento y el gusto por la paradoja («El camino de las paradojas es el de la verdad. Para poner a prueba la realidad debemos ponerla en la cuerda floja.») con los que Lord Henry pretende criti­car a la sociedad desde una falsa superioridad despreciativa son los rasgos que la gente de Londres podía atribuirle per­fectamente a él.
Ahora bien, a partir de la idea de este reparto de papeles, de esta creación de unas máscaras que revelan uno u otro as­pecto de la personalidad de Wilde, podemos abordar una de las principales cuestiones planteadas por "El retrato de Dorian Gray".

EL LABERINTO DE LOS ESPEJOS: REALIDAD Y REPRESENTACIÓN




Aquello que los lectores de esta obra no podrán olvidar es la imagen del cuadro oculto que refleja el alma, la conciencia y la realidad vital de Dorian, mientras que su apariencia, lo que todos pueden ver, permanece eternamente joven y bella. Este tipo de desdoblamientos (lo que somos y lo que que­remos ser, lo que los demás ven y nuestra íntima realidad, las distintas personas que conviven en nosotros o lo que apa­rentamos ser y lo que terminamos siendo) se nutren de sen­timientos y reflexiones humanas que la literatura ha tratado ampliamente a lo largo de los siglos. Una forma muy ade­cuada de representarlos ha sido la de usar el recurso de es­pejos, cuadros o máscaras, ya que a través de ellos se pue­den expresar las relaciones entre la ficción y la realidad, las cosas y sus representaciones, lo que es y lo que se ve.


Espejos de la realidad.

Cuando el personaje mitológico de Narciso se mira en el es­pejo del agua, lo que ve es la belleza de su rostro. El reflejo muestra la realidad sin distorsión. Narciso se enamora de sí mismo y ése es su error, pero él se quiere exactamente como es y como se ve: joven y bello.
¿Qué ocurre, sin embargo, cuando los personajes encarnan el deseo de no ser tal como son? ¿El deseo, por ejemplo, de recuperar aquella juventud, belleza o vigor ya perdidos? Las leyendas de tratos perversos, de pactos con el diablo para re­cuperar la juventud a cambio del alma, son muy numerosas y Goethe las inmortalizó en 1808 a través del personaje de Fausto. También el doctor Jekyll, ya a finales del siglo XIX, sentirá un deseo semejante al de Fausto, aunque en esa épo­ca ya no es en la figura religiosa del diablo en quien se con­fía para obtener el remedio, sino en la ciencia: es una fór­mula química la que convierte a Jekyll en Mr. Hyde y le permite entregarse a los placeres prohibidos. Pero en ambos casos la existencia que consiguen no es simplemente una apariencia, un reflejo o una máscara, puesto que el joven Fausto o el violento Mr. Hyde están verdaderamente ahí. Cuando los ángeles se rebelan, se convierten en demonios y dejan de ser ángeles, cuando los hombres se convierten en hombres lobo, son así realmente. Tanto si el cambio es per­manente como si se alternan los estadios, tanto si los per­sonajes se desdoblan como si se suceden en el tiempo, la ex­presión de los deseos humanos, del dilema de escoger entre el mal y el bien, se manifiesta a través de la existencia de nuevas realidades.
Dorian Gray, como Narciso, descubre su belleza al verse en el retrato. Como Fausto o como Jekyll, realizará un pacto per­verso para escapar del paso del tiempo y de la muerte como destino humano; si bien, en su caso, no se trata de recuperar la juventud, sino de evitar perderla. Y, también como ellos, esta decisión le llevará a la autodestrucción. Ahora bien, el pacto no incluye ya la existencia de dos realidades. La nove­dad de la obra de Wilde y de otros autores de la época es que su reflexión sobre la relación entre realidad y representación surge en un momento en que empieza a afirmarse la idea de que «la realidad» es sólo la representación que los humanos se hacen de ella a través de la cultura y el lenguaje. En esa lí­nea se sitúa Wilde cuando opina, por ejemplo:

«La naturaleza es nuestra creación. Está en nuestro cerebro y éste le da vida. Las cosas existen porque las vemos; y lo que vemos y el modo de verlo depende de las obras artísticas que han tenido influencia sobre nosotros. Contemplar una cosa es muy distinto de mirar una cosa.» (905)
 
Works, p. 905. Citado por P. Funke (1972): Oscar Wilde. Madrid: Alianza
Espejos de lo oculto.

«La cara es el espejo del alma» afirma el popular refrán. Pero cuando el «alma» no nos gusta, o los demás no la aceptan, puede iniciarse un juego de máscaras. La realidad se oculta entonces tras la representación de lo que deseamos ser, de lo que los demás desean ver en nosotros o de lo que nosotros deseamos mostrar.
El retrato de Dorian Gray plantea esta disociación de múl­tiples maneras. La realidad de la pobre Sybil, por ejemplo, es la de esa chica humilde que no puede ser aceptada ni por la buena sociedad ni por Dorian, si no es a través de los per­sonajes de teatro que interpreta. Dorian ama a los persona­jes, a las representaciones artísticas en las que se convierte Sybil. Pero cuando el amor impide que aparezca bajo ellas y muestra su auténtica realidad de joven enamorada, tanto sus amigos como él se horrorizan y huyen. También pode­mos pensar que Lord Henry se oculta hasta cierto punto ba­jo su máscara de dandi y vemos cómo Basil le repite en va­rias ocasiones que no cree que sea sincero en sus provocativas afirmaciones. El mismo Wilde había escrito:

«Al mundo le parezco —y ésa es mi intención— nada más que un diletante y un dandi; no es prudente mostrarle al mun­do el propio corazón, y como la seriedad en las maneras es el disfraz del bufón, la bufonada en sus exquisitas aparien­cias de trivialidad, indiferencia e irresponsabilidad constitu­ye la vestidura del sabio. En una época tan vulgar como la nuestra todos necesitamos máscaras.» (Letters, 353)3
' Leuers.p. 353. citado por P. Funke (1972): op.cit..


Pero la máscara principal, obviamente, es la del joven Donan. Una máscara de belleza y juventud que ha desplazado la realidad hasta su retrato, un doble que mantiene oculto en una habitación cerrada, de forma que todos los demás, la so­ciedad entera, únicamente ven su rostro-máscara. De hecho, la sociedad corrompe, justamente, porque en su hipocresía sólo desea ver máscaras y promueve las representaciones complacientes. De este modo, la literatura puede confiar a los espejos y a los retratos el secreto de la naturaleza ínti­ma de las cosas. Esta imagen es tan atractiva que ha sido usa­da repetidamente, incluso en muchos cuentos folclóricos o infantiles. El espejo de la madrastra de Blancanieves o el del Preste Juan saben la verdad de lo que ocurre, aunque acon­tezca en lugares lejanos. Los niños de "Los hijos del vidrie­ro", de María Gripe, se consumen en la Ciudad de los Deseos y los espejos revelan esa verdad al dejar de reflejarlos. Y tam­bién Erised, el espejo de Harry Potter y la piedra filosofal, muestra los deseos ocultos de los personajes. Para señalar la dicotomía entre realidad y representación en la obra de Wilde, el mejor recurso no será un espejo, sino una pintura, puesto que es el arte el que nos permite acceder a la verdad, conocer lo que hay detrás de las formas en que se ma­nifiestan las cosas. Así, es el arte de Basil el que capta la naturaleza de Dorian. tal como es en el momento en que se realiza su retrato y tal como es realmente en cada momento de su vida. El mismo Dorian nos dice que el cuadro es «el más mágico de los espejos», puesto que es espejo de su edad y de su alma, es decir, de lo físico y de lo moral a la vez. En definitiva, el cuadro, la representación artística, es la verda­dera realidad. Por ello, sólo Basil puede acceder nuevamen­te a ver la imagen del cuadro cuando le dice a Dorian que le gustaría ver su alma y cuando, horrorizado, va a rasgar el cua­dro, el joven le detiene exclamando: «¡Sería un asesinato!». Por eso mismo, cuando Dorian destruye la pintura, a la vez destruye la realidad, es decir, se destruye a sí mismo. Sin embargo, podemos ir un paso más allá. Tal vez adoptar una determinada representación sea algo tan consistente que la máscara acabe configurando el rostro. Tal vez la represen­tación acabe moldeando la realidad hasta sustituirla. Es lo que planteó el autor catalán Eugeni d'Ors dando la vuelta a El re­trato de Dorian Gray: el dandi deseoso de placeres se refu­gia tras una máscara física de persona respetable. Cuando muere y la máscara le es retirada, su rostro es igual a la más­cara, expresa exactamente la misma respetabilidad. Tal vez, pues, se pueda terminar siendo como el personaje que, o bien uno mismo o bien la mirada de los demás, han construido. Los lectores de El retrato de Dorian Gray sabemos que no es así en esta obra porque ahí está el cuadro que cambia y nos recuerda la verdad, pero todos los que ven a Dorian lle­no de juventud están seguros de que su realidad es ésa. Si tan sólo podemos ver la realidad tal como se nos muestra, ¿có­mo podemos sostener que existe una realidad auténtica más allá de sus representaciones?

Perdidos en los espejos.
.
La reflexión sobre la realidad y la representación había  inau­gurado el siglo XX, y el tema no dejó de desarrollarse a lo largo de todo el siglo. La realidad, ésa que parecía evidente a pesar de sus contradicciones en obras como Fausto o El Dr. Jekyll y Mr. Hyde, fue cada vez más cuestionada. La in­quietante idea de que no existe una verdad última, aunque esté oculta, de que todo puede ser una suma de representa­ciones, se expresó en nuevas fórmulas literarias. Los perso­najes empezaron a diluirse en laberintos de espejos que se reflejaban parcialmente entre ellos, la ambigüedad y la in­certeza sustituyeron las tranquilizadoras narraciones del XIX en las que uno podía saber finalmente cómo eran «de ver­dad» los personajes. O bien se empezó a especular con la multiplicidad de existencias y realidades paralelas que se re­velaban de vez en cuando en los cuadros y al otro lado de los espejos. Este es uno de los aspectos que nos ha aproxima­do nuevamente al arte del Barroco, cuando los artistas em­pezaron a presentar el mundo como una representación te­atral o dudaron de si vivimos cuando soñamos o soñamos que vivimos. Y no parece que el tema vaya a abandonarse en los inicios del siglo XXI, cuando la existencia de la realidad virtual, por ejemplo, contribuye al interés por explorar las fronteras entre ficción y realidad.
Es en este contexto en el que, desde hace algunos años no cesan de aparecer libros y películas, de diversa calidad ar­tística, en los que los personajes se preguntan si son huma­nos o máquinas; si han vivido o si sus recuerdos, como les ocurre a los replicantes de Blade Runner, les han sido im­plantados; si viven en un mundo real o, como en las pelícu­las Matrix y Abre los ojos, tienen en una existencia virtual; si lo que les rodea es tal como lo ven o si, como en El show de Truman, se trata únicamente de una prolongada repre­sentación televisiva; si su vida es sólo una o se desarrolla en distintos planos relacionados.
Para dar vueltas a esas ideas, El retrato de Dorian Gray si­gue tentando a los autores, que continúan ofreciéndonos nue­vas versiones de esta historia. Una de las más recientes es la de Neil Gaiman, un autor de relatos fantásticos que en El re­galo de boda*, reformula El retrato de Dorian Gray según las leyes de este género. En su caso es una familia la que en­carna la representación de todo lo que puede considerarse el éxito social, mientras que una narración, aparecida miste­riosamente en la casa como el regalo de una descripción del día de su boda, va desarrollándose en paralelo y va absor­biendo todos los males de su existencia. Un día el marido «real» muere, mientras que en la narración se mantiene vi­vo. La esposa entonces decide desafiar esa muerte: destruye la narración aceptando que eso significa que el sombrío re­lato de su realidad paralela va a sustituir lo que había sido su existencia.
Y es que, aparte de otros aspectos interesantes de la novela (como su cuestionamiento de las ideas estéticas) o de pro­blemas literarios (como su ritmo desigual y su mala estruc­turación), El retrato de Dorian Gray pertenece a esa clase de obras que recogen una imagen potente y la actualizan en su momento con nuevas interpretaciones. Ningún lector podrá olvidar el argumento básico: la distancia entre el be­llo y joven Dorian y el perverso retrato. Y fue a partir de la publicación de esta obra cuando los retratos, como antes los espejos, empezaron a llenarse de nuevos significados para que reflexionaran y soñaran las nuevas generaciones.

En N. Gaiman (1999): Humo y espejos. Barcelona: Norma editorial.

- Estudio realizado por Teresa Colomer en el apéndice de la edición de Editorial Edebé (2003) -
 

martes, 24 de mayo de 2011

PALABRAS DE SAMPEDRO


 Por favor, apaga la música del blog, intenta que no te molesten durante diez minutos e intenta escuchar con atención a José Luis Sampedro, uno de los nuestros. Entenderás la importancia del movimiento social que estamos viviendo. Mover a las conciencias es un primer paso, tomar conciencia de la realidad el segundo, luchemos contra la manipulación y aprendamos a pensar por nosotros mismos...lo que es seguro es el cambio...
Si te emocionas no te preocupes, significará que tienes conciencia y que estás vivo!




CARTA DE APOYO A ¡DEMOCRACIA REAL YA!
Queridos amigos:
Ante la imposibilidad de asistir a vuestra convocatoria, deseo con estas líneas manifestar mi adhesión a la iniciativa ¡Democracia real ya! Naturalmente interpretando la palabra “real” como adjetivo referido a realidad y no a realeza.
Hace unos meses me uní a Stéphan Hessel prologando su panfleto Indignaos. Era un llamamiento a no aceptar sin más la tiranía del poder financiero y el abandono de los valores que encarnaba nuestra civilización (Europa). Poco después, Rosa María Artal tomó el relevo y bajo el título Reacciona nos invitó a unos cuantos estudiosos a profundizar en las razones para actuar frente a la crisis económica, política y social del sistema.
Ahora es vuestro turno, mucho más importante. Me ilusiona ver que los receptores del mensaje, muy certeramente, habéis comprendido que no basta con indignarse, que es necesario convertir la indignación en resistencia y dar un paso más. El momento histórico impone la acción, la movilización, la protesta, la rebelión pacífica. El llamamiento a indignarse no debe quedarse en un best-seller fácilmente digerible por el sistema y así lo estáis demostrando con esta convocatoria.
Por eso me adhiero a vuestras reivindicaciones, hago mío el manifiesto, me solidarizo y deseo un clamoroso 15-M. Pero sobre todo, os animo a avanzar en la lucha hacia una vida más humana. Los medios oficiales no se van a volcar con vosotros y encontraréis muchos obstáculos en el camino, pero está en juego vuestro futuro. El 15 de mayo ha de ser algo más que un oasis en el desierto; ha de ser el inicio de una ardua lucha hasta lograr que, efectivamente, ni seamos ni nos tomen por “mercancía en manos de políticos y banqueros”. Digamos NO a la tiranía financiera y sus consecuencias devastadoras.
José Luis Sampedro


SOBRE EL AUTOR
José Luis Sampedro Sáez (Barcelona, 1 de febrero de 1917) escritor, humanista y economista español que aboga por una economía "más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos".
Sampedro es, por su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo, un referente intelectual y moral de primer orden en la España de la segunda mitad del siglo XX.


Biografía

Al año de nacer, su familia se trasladó a Tánger, donde vivió hasta los 13 años. En 1936 es movilizado por el ejército republicano en la Guerra Civil Española. Con peligro de su vida, consigue desertar e incorporarse al llamado ejército nacional. Pasa la guerra en Melilla, Cataluña, Guadalajara y Huete, (Cuenca).
Tras obtener una plaza de funcionario de aduanas en Santander se traslada a Madrid donde, en 1944, contrae matrimonio con Isabel Pellicer y realiza sus estudios de Ciencias Económicas que finaliza en 1947 con Premio Extraordinario.
Comienza a trabajar en el Banco Exterior de España, además de dar clases en la universidad. En 1955 se convierte en catedrático de Estructura Económica por la Universidad Complutense de Madrid, puesto que ocupará hasta 1969, compaginándolo con diversos puestos en el Banco Exterior de España alcanzando el nivel de Subdirector General.
Escribe "Un sitio para vivir" (teatro). Publica "Realidad económica y análisis estructural y "El futuro europeo de España".
Entre 1965 y 1966, ante las destituciones de catedráticos en la universidad española Aranguren y Tierno Galván, decide hacerse profesor visitante en las universidades de Salford y Liverpool. Unido a ellos, junto con otros profesores, crean el Centro de Estudios e Investigaciones (CEISA) que sería cerrado por el gobierno tres años después.
En 1968 es designado "Ann Howard Shaw Lecturer" en la universidad norteamericana "Bryn Mawr College".
A su vuelta a España pide la excedencia en la Universidad Complutense y publica "El caballo desnudo", una sátira que le permitirá desahogar sus frustraciones ante la situación del país.

En 1976 vuelve al Banco Exterior de España como economista asesor.
En 1977 es nombrado senador por designación real, en las primeras Cortes democráticas, puesto que ocupará hasta 1979.
En paralelo a su actividad profesional como economista, publica diversas novelas y tras su jubilación continua dedicado a escribir, consiguiendo grandes éxitos con obras como Octubre, octubre, La sonrisa etrusca, o la La vieja sirena.
Sus éxitos literarios coinciden con la trágica noticia de la muerte de su esposa Isabel Pellicer en 1986.
En 1990 es nombrado miembro de la Real Academia Española donde su heterodoxo discurso de ingreso, "Desde la frontera" tiene mucho que ver con el tema de su obra La vieja sirena, publicada ese mismo año, que es un canto a la vida, al amor y a la tolerancia.
A finales de los 90 se casó felizmente con la escritora, poetisa y traductora Olga Lucas Torre.
Brillantemente lúcido, ya casi centenario, ejerce su humanismo crítico acerca de la decadencia moral y social de Occidente, del neoliberalismo y las brutalidades del capitalismo salvaje.
Sampedro es presidente honorario no ejecutivo de la empresa Sintratel, junto con José Saramago.
En 2008, recibió la Medalla de la Orden de Carlomagno del Principado de Andorra
En abril de 2009 fue investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Sevilla.
El 22 de julio de 2010 recibió el XXIV Premio Internacional Menéndez Pelayo por sus “múltiples aportaciones al pensamiento humano” desde sus facetas de economista, escritor y profesor.
El Consejo de Ministros de 12 de noviembre de 2010 le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España "por su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo".

Obras económicas

  • Principios prácticos de localización industrial (1957)
  • Realidad económica y análisis estructural (1959)
  • Conciencia del subdesarrollo (1973)
  • Las fuerzas económicas de nuestro tiempo (1967)
  • Inflación: una versión completa (1976)
  • El mercado y la globalización (2002)
  • Los mongoles en Bagdad (2003)
  • Sobre política, mercado y convivencia (2006)
  • Economía humanista. Algo más que cifras (2009)

Novela

  • La estatua de Adolfo Espejo (1939) -no publicada hasta 1994-
  • La sombra de los días (1947) -no publicada hasta 1994-
  • Congreso en Estocolmo (1952)
  • El río que nos lleva (1961)
  • El caballo desnudo (1970)
  • Octubre, octubre (1981)
  • La sonrisa etrusca (1985)
  • La vieja sirena (1990)
  • Real Sitio (1993)
  • El amante lesbiano (2000)
  • La senda del drago (2006)

Cuento

  • Mar al fondo (1992)
  • Mientras la tierra gira (1993)

Otras obras

  • Escribir es vivir (2003)
  • La ciencia y la vida (2008)
  • Reacciona (2011)          
                                                   Agradecimientos a Wikipedia y a Youtube

    MONUMENTO DE PAPEL


    Patente de corso

    Ese monumento de papel

    Pues resulta que voy a la librería de Antonio Méndez, en la calle Mayor, y le digo oye, compañero, ¿tienes la Biblia nueva que acaba de sacar la Conferencia Episcopal? Y Antonio, que es amigo hace veinte años, me mira de reojo y dice te veo chungo, maestro, una Biblia a tus años. De qué vas, Tomás. ¿Has visto la luz, o qué? Y yo le respondo que menos choteo, chaval, o la compro en el Corte Inglés. Grandes superficies, que se dice ahora. Y además quiero dos, una para regalar. Pues la tengo que pedir porque no la tengo, redunda Antonio. Y yo le digo: debería darte vergüenza. Un librero sin Biblia nueva en el escaparate. Ya sé que no vas a misa ni yo tampoco, y que monseñor Rouco y sus mariachis te caen, como a mí, igual que una patada en el duodeno. Pero no estamos hablando de opio del pueblo, ni de tocapelotas nietos de Trento, ni de estragos históricos y sociales, sino de cultura, chaval, que para ser librero no te enteras. De uno de los caudales de sabiduría que nos hizo lo que somos, cóscate, Viejo y Nuevo Testamento, cultura judeocristana que, combinada con el Islam mediterráneo, Grecia, Roma y toda la parafernalia, hizo lo que llamamos Europa y de rebote Occidente: sitio que lo mismo también te suena, Antoñete; aunque a esa vieja Europa, en tiempos referente moral del mundo, cuna de derechos humanos y crisol de cultura, ya no la reconozca ni la madre que la parió. Dicho en lenguaje de librero, para entendernos, te hablo del mayor bestseller de la Historia, necesario para quien pretenda estar al tanto de lo que es y lo que hace. Para tenerlo tan a mano como a Cervantes, Shakespeare y Montaigne: cuatro patas de la mesa donde algunos apoyamos los codos cuando estamos cansados. No sé si me explico.

    Concluida la guasa entre Antonio y yo, una semana después tengo al fin esa nueva Biblia en casa; y, aparte el pequeño inconveniente de maldecir en arameo el tacto áspero de su encuadernación en tela bajo las guardas -la tela en los libros siempre me dio dentera-, disfruto con sus páginas de papel sutil y agradable al tacto, la limpia tipografía y el peso reconfortante del volumen en las manos. Es un hermoso ejemplar con la nueva traducción canónica de los textos sagrados al castellano, que será utilizada en todos los actos litúrgicos y catequéticos, o como se diga, de la Iglesia Católica de aquí. El canon, para entendernos, de la Biblia oficial en lengua de Cervantes. Esto lo convierte en libro de extraordinaria importancia; pues, aparte la lectura íntima que haga cada cual, su texto, leído en misa y utilizado a partir de ahora en las actividades relacionadas con el asunto, influirá directamente, en la lengua que hablan y escriben varios millones de católicos de habla hispana. Que se dice pronto.

    Pero ésa, la de la peña practicante, sólo es una parte. Al fin y al cabo, la Biblia es también, y sobre todo, un magnífico caudal de diversión, reflexión y conocimiento. Un monumento indispensable para comprender sobre qué cañamazo se tejió lo que algunos cabrones reaccionarios y gruñones como el arriba firmante todavía llamamos, con una mezcla de melancolía y de guasa escéptica, cultura occidental; dicho sea sin ánimo -o con ánimo, qué puñetas- de ofender. En ese contexto, la Biblia es una fuente extraordinaria de relatos, aventuras, batallas, traiciones, amores, emociones y simbolismos; materia de la que hace tres mil años viene nutriéndose el mundo civilizado y que inspiró a los más grandes filósofos y artistas de todas las épocas; literatura, música, pintura y cine incluidos. Nadie que busque lucidez e inteligencia, que quiera interpretar el mundo donde vive y morirá, puede pasar por alto la lectura, al menos una vez en la vida, del libro más famoso e influyente -para lo bueno y lo malo- de todos los tiempos. El Antiguo y el Nuevo Testamento, para unos historia sacra y revelación divina, y para otros llave maestra de cultura e ilustración, son imprescindibles para comprender cómo llegamos aquí, lo que fuimos y lo que somos. Compadezco a quien no tenga un Quijote y una Biblia en casa, aunque sólo sea para decorar un mueble y leer cuatro líneas de vez en cuando. Y quien sí sea lector, que calcule. Sólo la Biblia, releída una y otra vez, bastaría para colmar una vida entera. Y ojo. Insisto en que no se trata de religión, sino de cultura. La de verdad; no esa papilla desnatada, presuntamente educativa, impuesta por quienes legislan desde su cateta mediocridad. Oponer prejuicios a la Biblia es como oponerlos a una catedral: no hace falta creer en Dios para visitarla y admirar su belleza. Para sentir lo majestuoso de la memoria que atesoran sus viejas piedras.

    sábado, 21 de mayo de 2011

    REVOLUCIÓN


    Lo siento, sé que no debería caer en la tentación de hablar de política en este rincón literario, pero no soy capaz de resistirme a dejar constancia de lo que está ocurriendo, no podemos dar la espalda a los que tiene la valentía de alzar la voz para gritar lo que muchos pensamos, creo firmemente que se trata de algo histórico y hoy mismo hemos tenido la ocasión de comprobar en primera persona que los actos de protesta son pacíficos, bienintencionados y poco o nada manipulados, hoy hemos visto a todo tipo de gente de distintas generaciones pero con las mismas inquietudes, constatando que es mucho mas lo que nos une que lo que nos separa, de manera que, parafraseando a Wilde "El único medio de ahuyentar una tentación es ceder a ella".

    Desde aquí, a título personal, mi compromiso, solidaridad y apoyo a la causa.
    Algo está cambiando. Algo estamos cambiando.




    MANIFIESTO “DEMOCRACIA REAL YA”:
    Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.
    Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie.
    Esta situación nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor. Por ello sostenemos firmemente lo siguiente:
    • Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.
    • Existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en estas sociedades: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.
    • El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad.
    • La democracia parte del pueblo (demos=pueblo; cracia=gobierno) así que el gobierno debe ser del pueblo. Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha. Sus funciones deberían ser la de llevar nuestra voz a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para el grueso de la sociedad, no la de enriquecerse y medrar a nuestra costa, atendiendo tan sólo a los dictados de los grandes poderes económicos y aferrándose al poder a través de una dictadura partitocrática encabezada por las inamovibles siglas del PPSOE.
    • El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos. El obsoleto y antinatural modelo económico vigente bloquea la maquinaria social en una espiral que se consume a sí misma enriqueciendo a unos pocos y sumiendo en la pobreza y la escasez al resto. Hasta el colapso.
    • La voluntad y fin del sistema es la acumulación de dinero, primándola por encima de la eficacia y el bienestar de la sociedad. Despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando desempleo y consumidores infelices.
    • Los ciudadanos formamos parte del engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe ni de nuestras necesidades. Somos anónimos, pero sin nosotros nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo.
    • Si como sociedad aprendemos a no fiar nuestro futuro a una abstracta rentabilidad económica que nunca redunda en beneficio de la mayoría, podremos eliminar los abusos y carencias que todos sufrimos.
    • Es necesaria una Revolución Ética. Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y tenemos que ponerlo a nuestro servicio. Somos personas, no productos del mercado. No soy sólo lo que compro, por qué lo compro y a quién se lo compro.

    Por todo lo anterior, estoy indignado.
    Creo que puedo cambiarlo.
    Creo que puedo ayudar.
    Sé que unidos podemos.
    Sal con nosotros. Es tu derecho.


    http://democraciarealya.es/
    http://www.facebook.com/democraciarealya

    martes, 17 de mayo de 2011

    RECOMENDADOS - LAS CUATRO ESTACIONES


    Hola amigos,  vamos a comenzar la nueva sección "Recomendados" donde publicaremos reseñas y recomendaciones de libros que os hayan cautivado y deseéis recomendar, además para que la cosa sea redonda podéis adjuntar un tema musical para que suene acompañando a vuestro texto, os animo a todos a participar y de esa manera convertir este espacio en algo mucho mas participativo, un lugar de todos y para todos.

    Ya sabéis que podéis enviárnoslo a la dirección de correo electrónico kavalier77@gmail.com, no hay ningún limite ni de espacio ni de número de recomendaciones, cuantas mas y mas completas, mejor!

    Os dejo con la primera que nos envía nuestro querido amigo Enrique, yo ya le he hecho caso y espero leerlo en breve!.

    Un abrazo y gracias por colaborar.


    LAS CUATRO ESTACIONES  de Stephen King  -  Texto y Musica por Enrique Luna


    Instrucciones de uso!
    1. Apaga la música del blog en el reproductor de la columna derecha, 2.Conecta el video para disfrutar de la lectura de esta reseña con la musica que su autor a seleccionado, 3. Disfruta de ambos!


     Bueno compañeros y maestros, voy a ser el primero en recoger el testigo que nos lanzó David, y me voy a lanzar a la piscina con el libro recomendado y la canción que resuena en nuestro cerebro, como la banda sonora de la película que vivimos, que estamos viviendo, o que viviremos.
    Ante todo, recalcar que me lo he pensado mucho, y no lograba elegir algo que realmente me haya marcado. Y no es por no haberlo, sino por la cantidad de libros, y canciones, que en un momento u otro de mi vida, me han acompañado, enseñado, impresionado o acariciado. Es tan difícil elegir solamente uno, que una vez tomada la decisión, me he entristecido sin remedio, pensando en todo lo que no he nombrado.
    Pero hay que elegir, y hay que ser fiel a lo que nos marca, sea en un sentido, o en otro.

    Aprovechando el suculento rebufo que nos ha dejado nuestro amigo Roald Dahl con sus Relatos de lo Inesperado, me inclinaré a recomendaros otro libro de Relatos, aunque en este caso, sólo son 4 relatos, aunque más largos que los del maestro Dahl.

    El libro en cuestión lleva por título LAS CUATRO ESTACIONES, y pertenece a STEPHEN KING.
    Se divide (como su nombre indica) en PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO E INVIERNO, y os hago un pequeño resumen pero sin desvelar nada.

    Primavera:
    Rita Hayworth y la redención de Shawshank: La condena a Cadena Perpetua de un banquero, le lleva a la prisión de Shawshank, lo que le hará conocer un mundo salvaje y crudo, del que sólo la esperanza (en lo que sea) te mantiene con vida. Los distintos personajes que se cruzarán con "nuestro" banquero, le harán aferrarse a la vida, o le hundirán en la desesperación. Solamente la mete es libre, ¿pero que ocurre cuando ni siquiera tu propia mente cree en la libertad?




    Verano:
    Verano de Corrupción (Alumno Aventajado): Un chico con problemas, descubre que su vecino es un criminal de guerra buscado por la justicia.









    Otoño:
    El método de respiración: Una mujer embarazada decidirá llegar más allá de la vida y la muerte, con tal de que su hijo nazca sano y salvo.









    Invierno:
    El cuerpo: La aparición de un cuerpo en el bosque, cambiará la vida de cuatro amigos para siempre.







     



    Para los amantes del cine (muy buen cine), tres relatos han sido llevados a la gran pantalla con los títulos de CADENA PERPETUA (Frank Darabont-1994), VERANO DE CORRUPCIÓN (Bryan Singer-1998) y CUENTA CONMIGO (Rob Reiner-1986)


    Mis motivos para recomendar esta obra son diversos. Yo descubrí a Stephen King a través de sus novelas de terror, pero no os engañéis, estos relatos no se bañan en el horror, sino en los sentimientos, tanto honorables como oscuros. La libertad, la amistad, la morbosidad y la fuerza de voluntad, campan a sus anchas a lo largo de cuatro magníficos relatos, que no dejan indiferente a nadie. Si tratando con el miedo, King es un maestro, cuando se abandona en lo mundano, es simplemente genial. No se si fue el momento en que los leí, o los sentimientos que me provocaron, pero me fascinaron, y me encantaría que a vosotros, estimados maestros, os ocurriera lo mismo.
    Un estilo directo que nos hace hundirnos en las arenas movedizas de los argumentos, y que nos hace devorar páginas y páginas sin esfuerzo.
    Para mí, un despliegue de sorpresas y sentimientos.


    -Emmylou Harris-
    En cuanto a la canción, es complicado. Como debe ser algo que nos represente un poco y diga algo de nosotros, pues me inclino por la música country, que aunque no entiendo, me provoca sentimientos que nunca puedo describir. Nunca he podido explicar la razón de mis gustos musicales, pero todo aquello que me provoca un pellizco en el corazón, en el alma, o en el estómago, se convierte en parte de mi vida.
    Espero que os guste como a mi.
    Título: GULF COAST HIGHWAY  Intérpretes: EMMYLOU HARRIS Y WILLIE NELSON. 

    --------------------------------------------------------------------------------
     FICHA DE LA OBRA


    LAS CUATRO ESTACIONES I    
    de KING, STEPHEN     

    PVP REC 8,95€     Editorial DEBOLSILLO
    12.0x19.0 cm 
    Nº páginas: 400 pagsLengua: CASTELLANOEncuadernación: Tapa blanda bolsilloISBN: 9788497931311Colección: BEST SELLER


    LAS CUATRO ESTACIONES II    
    de KING, STEPHEN  

    PVP REC 7,95€            Editorial DEBOLSILLO
    12.0x19.0 cm     
    Nº páginas: 272 pagsLengua: CASTELLANOEncuadernación: Tapa blanda bolsilloISBN: 9788497931960Colección: BEST SELLER

    lunes, 9 de mayo de 2011

    SOBRES DE AZUCAR


    Un libro abierto es un cerebro que habla;
        cerrado un amigo que espera;
        olvidado, un alma que perdona;
        destruido, un corazón que llora ”

                                    Proverbio Hindú.
                                                



    Hace tiempo que siempre que ando documentándome sobre cualquier tema que tenga que ver con literatura acabo encontrando toda clase de citas celebres o pensamientos brillantes resumidos en pocas palabras que me llaman la atención como cuando, de manera casual, te asaltan al coger un pequeño sobre de azúcar para el café.
    Algunos son tan conocidos que hasta a mi me suenan, otros, quizá no tanto pero al fin y al cabo todos muy interesantes y con la suficiente carga de profundidad como para dejar un poso de cierta inquietud en el alma.


    Me apetece pues, del mismo modo que me abordan esos pensamientos desde cualquier pequeño sobre de azúcar,  ir dejando aquí, para compartirlos con todos vosotros, esas citas breves en su forma pero tan longevas en el fondo.

    Los iremos coleccionando....