miércoles, 29 de febrero de 2012

HORA DE DESPERTAR

Hora de despertar

Antonio Muñoz Molina
Publicado en su  página web “Escrito en un instante”


He pensado desde hace muchos años, y lo he escrito de vez en cuando, que España vivía en un estado de irrealidad parcial, incluso de delirio, sobre todo en la esfera pública, pero no solo en ella. Un delirio inducido por la clase política, alimentado por los medios, consentido por la ciudadanía, que aceptaba sin mucha dificultad la irrelevancia a cambio del halago, casi siempre de tipo identitario o festivo, o una mezcla de los dos. La broma empezó en los ochenta, cuando de la noche a la mañana nos hicimos modernos y amnésicos y el gobierno nos decía que España estaba de moda en el mundo, y Tierno Galván -¡Tierno Galván!- empezó la demagogia del político campechano y majete proclamando en las fiestas de San Isidro de Madrid aquello de “¡ El que no esté colocao que se coloque, y al loro!” Tierno Galván, que miró sonriente para otro lado, siendo alcalde, cuando un concejal le trajo pruebas de los primeros indicios de la infección que no ha dejado de agravarse con los años, la corrupción municipal que volvía cómplices a empresarios y a políticos.

Por un azar de la vida me encontré en la Expo de Sevilla en 1992 la noche de su clausura: en una terraza de no sé qué pabellón, entre una multitud de políticos y prebostes de diversa índole que comían gratis jamón de pata negra mientras estallaban en el horizonte los fuegos artificiales de la clausura. Era un símbolo tan demasiado evidente que ni siquiera servía para hacer literatura. Era la época de los grandes acontecimientos y no de los pequeños logros diarios, del despliegue obsceno de lujo y no de administración austera y rigurosa, de entusiasmo obligatorio. Llevar la contraria te convertía en algo peor que un reaccionario: en un malasombra. En esos años yo escribía una columna semanal en El País de Andalucía, cuando lo dirigía mi querida Soledad Gallego, a quien tuve la alegría grande de encontrar en Buenos Aires la semana pasada. Escribía denunciando el folklorismo obligatorio, el narcisismo de la identidad, el abandono de la enseñanza pública, el disparate de un televisión pagada con el dinero de todos en la que aparecían con frecuencia adivinos y brujas, la manía de los grandes gestos, las inauguraciones, las conmemoraciones, el despilfarro en lo superfluo y la mezquindad en lo necesario. Recuerdo un artículo en el que ironizaba sobre un curso de espíritu rociero para maestros que organizó ese año la Junta de Andalucía: hubo quien escribió al periódico llamándome traidor a mi tierra; hubo una carta colectiva de no sé cuantos ofendidos por mi artículo, entre ellos, por cierto, un obispo. Recuerdo un concejal que me acusaba de “criminalizar a los jóvenes” por sugerir que tal vez el fomento del alcoholismo colectivo no debiera estar entre las prioridades de una institución pública, después de una fiesta de la Cruz en Granada que duró más de una semana y que dejó media ciudad anegada en basuras.

El orgullo vacuo del ser ha dejado en segundo plano la dificultad y la satisfacción del hacer. Es algo que viene de antiguo, concretamente de la época de la Contrarreforma, cuando lo importante en la España inquisitorial consistía en mostrar que se era algo, a machamartillo, sin mezcla, sin sombra de duda; mostrar, sobre todo, que no se era: que no se era judío, o morisco, o hereje. Que esa obcecación en la pureza de sangre convertida en identidad colectiva haya sido la base de una gran parte de los discursos políticos ha sido para mí una de las grandes sorpresas de la democracia en España. Ser andaluz, ser vasco, ser canario, ser de donde sea, ser lo que sea, de nacimiento, para siempre, sin fisuras: ser de izquierdas, ser de derechas, ser católico, ser del Madrid, ser gay, ser de la cofradía de la Macarena, ser machote, ser joven. La omipresencia del ser cortocircuita de antemano cualquier debate: me critiacan no porque soy corrupto, sino porque soy valenciano; si dices algo en contra de mí no es porque tengas argumentos, sino porque eres de izquierdas, o porque eres de derechas, o porque eres de fuera; quien denuncia el maltrato de un animal en una fiesta bárbara está ofendiendo a los extremeños, o a los de Zamora,o de donde sea; si te parece mal que el gobierno de Galicia gaste no sé cuántos miles de millones de euros en un edificio faraónico es que eres un rojo; si te escandalizas de que España gaste más de 20 millones de euros en la célebre cúpula de Barceló en Ginebra es que eres de derechas, o que estás en contra del arte moderno; si te alarman los informes reiterados sobre el fracaso escolar en España es que tiene nostalgia de la educación franquista.

He visto a alcaldes y a autoridades autonómicas españolas de todos los colores tirar cantidades inmensas de dinero público viniendo a Nueva York en presuntos viajes promocionales que solo tienen eco en los informativos de sus comarcas, municipios o comunidades respectivas, ya que en el séquito suelen o solían venir periodistas, jefes de prensa, hasta sindicalistas. Los he visto alquilar uno de los salones más caros del Waldorf Astoria para “presentar” un premio de poesía. Presentar no se sabe a quién, porque entre el público solo estaban ellos, sus familiares más próximos y unos cuantos españoles de los que viven aquí. Cuando era director del Cervantes el jefe de protocolo de un jerarca autonómico me llamó para exigirme que saliera a recibir a su señoría a la puerta del edificio cuando él llegara en el coche oficial. Preferí esperarlo en el patio, que se estaba más fresco. Entró rodeado por un séquito que atascaba los pasillos del centro y cuando yo empezaba a explicarle algo tuvo a bien ponerse a hablar por el móvil y dejarnos a todos, al séquito y a mí, esperando durante varios minutos. “Era Plácido”, dijo, “que viene a sumarse a nuestro proyecto”. El proyecto en cuestión calculo que tardará un siglo en terminar de pagarse.

Lo que yo me preguntaba, y lo que preguntaba cada vez que veía a un economista, era cómo un país de mediana importancia podía permitirse tantos lujos. Y me preguntaba y me pregunto por qué la ciudadanía ha aceptado con tanta indiferencia tantos abusos, durante tanto tiempo. Por eso creo que el despertar forzoso al que parece que al fin estamos llegando ha de tener una parte de rebeldía práctica y otra de autocrítica. Rebeldía práctica para ponernos de acuerdo en hacer juntos un cierto número de cosas y no solo para enfatizar lo que ya somos, o lo que nos han dicho o imaginamos que somos: que haya listas abiertas y limitación de mandatos, que la administración sea austera, profesional y transparente, que se prescinda de lo superfluo para salvar lo imprescindible en los tiempos que vienen, que se debata con claridad el modelo educativo y el modelo productivo que nuestro país necesita para ser viable y para ser justo, que las mejoras graduales y en profundidad surgidas del consenso democrático estén siempre por encima de los gestos enfáticos, de los centenarios y los monumentos firmados por vedettes internacionales de la arquitectura.

Y autocrítica, insisto, para no ceder más al halago, para reflexionar sobre lo que cada uno puede hacer en su propio ámbito y quizás no hace con el empeño con que debiera: el profesor enseñar, el estudiante estudiar haciéndose responsable del privilegio que es la educación pública, el tan solo un poco enfermo no presentarse en urgencias, el periodista comprobando un dato o un nombre por segunda vez antes de escribirlos, el padre o la madre responsabilizándose de los buenos modales de su hijo, cada uno a lo suyo, en lo suyo, por fin ciudadanos y adultos, no adolescentes perpetuos, entre el letargo y la queja, miembros de una comunidad política sólida y abierta y no de una tribu ancestral: ciudadanos justos y benéficos, como decía tan cándidamente, tan conmovedoramente, la Constitución de 1812, trabajadores de todas clases, como decía la de 1931.

Lo más raro es que el espejismo haya durado tanto.

Manifestación Puerta del Sol, Madrid


Artículo enviado por mi querida amiga María García

Fuente:

jueves, 23 de febrero de 2012

LEYENDO "EL PROFETA" DE KHALIL GIBRAN



Y...El Profeta habló de los hijos...


Khalil Gibran es un maravilloso poeta, místico y artista que nació en
Líbano en 1883. Se afincó en Estados Unidos y su vida transitó entre
su amor por la cultura árabe y la influencia de pensadores
occidentales.
 La literatura de Khalil Gibran se define por su búsqueda
mística de las materias más clásicas del comportamiento y del sentir
existencial, desde un sentimiento pleno de bonhomía y conexión
natural.

Su obra maestra es "El Profeta" y se convirtió en un icono del
despertar de la juventud de los años 60, junto con el célebre
"Sidharta" de Herman Hesse. De repente las mentes sensibles y tiernas de
los jóvenes se vieron desbordadas por sentimientos de espiritualidad
oriental, satisfaciendo de alguna manera su necesidad de "rebeldía"
frente a la rigidez y la abulia de las religiones costumbristas. Hemos
elegido un capítulo del libro, en el que "El Profeta", lleno de amor
hacia sus semejantes desgrana su alma ante las preguntas que una
vidente llamada Almitra le hace antes de partir. Texto para meditar,
recuperar nuestro recuerdo de hijo adolescente necesitado de libertad
y amor, y mirar hacia nuestros corazones de padres deseosos de
entregar esa libertad y ese amor a nuestros hijos.

...Y una mujer que sostenía un bebé contra su pecho dijo, Háblanos de los Hijos.
Y el contestó:
Vuestros hijos no son vuestros hijos.
Ellos son los hijos y las hijas de la Vida que trata de llenarse a si misma
Ellos vienen a través de vosotros pero no de vosotros.
Y aunque ellos están con vosotros no os pertenecen.

Les podéis dar vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis dar habitáculo a sus cuerpos pero no a sus almas,
Pues sus almas habitan en la casa del mañana, la cual no se puede
visitar, ni tan siquiera en los sueños.
Podéis anhelar ser como ellos, pero no luchéis para hacerlos como sois
vosotros.
Porque la vida no marcha hacia atrás y no se mueve con el ayer.

Vosotros sois los arcos con los que vuestros hijos, como flechas
vivientes son lanzados a la Vida.
El Gran Arquero ve la diana en el camino del infinito, y la dobla con
su poder y sus flechas pueden ir rápidas y lejos.
Haced que la forma en que dobléis el arco en vuestras manos sea para alegría.
El también, además de amar la flecha que vuela, ama el arco que es estable.

(Artículo enviado por María García)

viernes, 17 de febrero de 2012

EL PEOR ERROR DE LA HISTORIA


Jared Diamond
En su ensayo de 1987,  The Worst Mistake in the History of the Human Race (El peor error de la historia de la raza humana), el antropólogo Jared Diamond (Profesor por UCLA School of Medicine) comentaba la cantidad de tiempo libre que disponía la gente hace más de 10.000 años cuando vivían en tribus y se limitaban a cazar y poco más. De media trabajaban entre 12 y 19 horas a la semana. El resto de su tiempo lo dedicaban al ocio.

No obstante, con la llegada de la agricultura hace unos 10.000 años, las vidas de los humanos empezaron a ser más intensas laboralmente hablando. La gente se establecía en un lugar para mantener sus cultivos. Esto, pese a que pueda parecer lo contrario fue malo para su salud ya que les llevó a una dieta menos variada, trajo enfermedades epidémicas derivadas de la convivencia con animales domésticos y lo que es peor, creó una división de clases ya que a diferencia de la caza, la agricultura permitía conservar los alimentos por mucho tiempo, o lo que es lo mismo, permitió el ahorro o lo que es lo mismo, ricos y pobres. En pocas palabras, Diamond postula, que convertirse en especies basadas en la agricultura fue «el peor error de la historia de la humanidad» que con diversos altibajos en la historia nos ha llevado a trabajar cada vez más.

La New Economics Foundation (NEF) afirma que no hay nada natural o inevitable en lo que se considera una semana de trabajo «normal» de 40 horas en la actualidad. Al levantarse mucha gente se ve atrapada en un círculo vicioso de trabajo y consumo. Viven para trabajar, trabajan para ganar dinero y ganan dinero para comprar cosas. En esa ecuación falta un hecho importante que los investigadores han descubierto acerca de la mayoría del consumo material de las sociedades ricas: la mayor parte del placer y satisfacción que obtenemos al comprar es temporal, efímera y principalmente solo relativa a aquellos que nos rodean (que se esfuerzan por consumir aún más en una espiral sin fin).


La NEF alega que necesitamos conseguir tener vidas verdaderamente felices, necesitamos retar a las normas sociales y reajustar el reloj industrial que suena en nuestras cabezas. Considera la semana de 21 horas esencial para ello por dos razones: redistribuiría el trabajo remunerado, ofreciendo la esperanza de una sociedad más equitativa (ahora hay demasiados con exceso de trabajo o desempleados) y al mismo tiempo, nos permitiría disponer de tiempo para aquellas cosas importantes para nosotros pero para las que rara vez contamos con tiempo para hacerlas bien, como cuidar de nuestra familia, viajar, leer o seguir aprendiendo.

Por no mencionar, que podría ser la única manera en la que una sociedad global moderna no acabaría con los recursos de la tierra. Crear niveles de vida de la UE para todo el mundo implicaría que en 2050 sería necesario un crecimiento de la economía mundial seis veces mayor, lo que tendría posibles consecuencias devastadoras. En lugar de hacer crecer la economía, quizás necesitamos recalibrar a la sociedad para que todo el mundo sea más feliz y tenga éxito con menos.

Los retos son importantes, ninguno mayor que conseguir que la mayoría de la sociedad pueda vivir con la mitad de sus ingresos actuales. Y sin duda, muchos considerarán esto como socialismo o algo peor. Otros tantos se opondrán a que les digan que 21 horas es normal o que 80 es demasiado. John Maynard Keynes, dijo en 1930 que a principios del siglo XXI trabajaríamos solo entre 15 y 21 horas a la semana, y que estaríamos centrados en «cómo utilizar la libertad obtenida al desprendernos de la presión de las preocupaciones económicas». Como escribe la NEF: «Keynes se equivocaba en su previsión, pero no estaba equivocado, según nuestro parecer, en concebir una manera muy distinta de utilizar el tiempo».

La experiencia francesa demostró que las 35 horas semanales son probablemente una utopía y la actual crisis nos está haciendo a todos trabajar más cobrando menos, por otro lado las legislaciones laborales no están orientadas hacia este modelo de pocas horas, pero reflexionando sobre la alarmante tasa de desempleo ¿no tendría sentido replantearnos nuestra jornada? ¿no estamos infravalorando demasiado nuestro tiempo libre?.

Quizás en vez de una reforma laboral, necesitamos una reforma mental.




Fuente:

EL ENSAYO COMPLETO DE JARED DIAMOND, LO PUEDES LEER EN ESTE PDF 
(NADIE SE ME ASUSTE QUE ES CORTITO!!, APENAS 4 PAG...)

jueves, 16 de febrero de 2012

DE PUÑO Y LETRA - SONETO A LOS DIEZ MIL

Para conmemorar las 10.000 visitas a las que llegamos hace unas pocas semanas, Enrique Luna, nuestro querido "castor" y poeta de cabecera nos regala este hermoso soneto que me ha emocionado realmente por la profunda intimidad con la que identifico los versos. 


No puedo mas que agradecerte, amigo, tanto aliento y solidaridad...yo creo que la causa es hermosa y lo merece, lo que me sobrecoge es encontrar a otros que lo crean como yo...por eso y aunque en estos casos las palabras no pueden expresar los sentimientos, solo decir que cuando estoy a este lado del teclado, nunca me siento solo. 


Juntos somos invencibles!!





SONETO  A  LOS DIEZ MIL



A tu lado en la batalla iniciada,
a tu vera entre la tinta y el sueño,
cubro tu flanco, sea grande o pequeño,
y con firme andar hacemos bandada.

Explosión de letras hacen la llamada,
seas de interior, o seas isleño,
todo luchador, sin patria ni dueño,
forja palabras garabateadas.

Tropa ultrajada, mundo caciquil,
no queremos ser como los demás,
antes el lápiz que el vil fusil.

Bebed del bálsamo de Fierabrás,
que no somos uno, somos diez mil,
y al correr del tiempo, seremos más.
                           Enrique Luna
                                                                          -EL CASTOR-

miércoles, 15 de febrero de 2012

LOS AUTORES DEL METEORITO



En la pequeña localidad Murciana de Molina de Segura ocurre un fenómeno muy curioso que podríamos denominar como "astroliterario", voy a intentar explicarme....

...y para ello nos hemos de asomar un instante a la la madrugada de Nochebuena de 1858 cuando se precipitaba veloz hacia la tierra, en la localidad murciana, el mayor meteorito recogido nunca en España.

Exposición CSIC Madrid
La roca espacial, que pesaba unos 112,5 kg de peso, fue descrito como "una piedra de figura cuadrangular, color negruzco y de un peso extraordinario comparado con su volumen”. También se puede leer en dicho informe que "las personas que estaban en las calles, en los caminos y en los campos vieron aparecer un magnífico globo de fuego de una brillantez extraordinaria y deslumbradora, que ostentando los colores del arco iris, oscureció la luz de la luna y que no parecía sino que caía a la Tierra una de las estrellas del cielo”.
Un poco mas tarde, en 1863 la reina Isabel II aceptó su donación al Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), en Madrid, donde se conserva y exhibe desde entonces.

Cuenta la leyenda que, desde entonces, el cráter emite una misteriosa radiación que ha hecho germinar, ciento cincuenta años después, una generación de escritores como nunca se había visto en toda la comarca, pues esta pequeña localidad de unos 60.000 habitantes cuenta entre sus vecinos con mas de 10 escritores consagrados, que editan en las mejores editoriales del país con gran éxito de ventas y premios literarios.

El año pasado, Molina inauguró su “Paseo de las letras” donde algunos de los denominados “Autores del Meteorito” cuentan con una placa conmemorativa, al igual que los grandes astros del cine y de la música, tienen su estrella en el Paseo de las estrellas de Hollywood.

Los Autores del Meteorito son, hasta el momento: Lola López Mondéjar, Marta Zarfrilla, Rubén Castillo, Lorena Moreno, Jerónimo Tristante, Paco López Mengual, Pablo de Aguilar González, Elías Meana y el fallecido Salvador García Aguilar (Premio Nadal 1983 por Regocijo del hombre).


“Escritores en su tinta”

"Placa conmemorativa"
Desde el año 2006 se celebra en la localidad el Ciclo de Encuentros Literarios “Escritores en su tinta” organizado por el Ayuntamiento de Molina de Segura, y que este año se ocupará de forma novedosa de la poesía, con la visita de Félix Grande y Francisca Aguirre. 
El apartado dedicado a la literatura juvenil y a la difusión de la lectura en los centros de Educación Secundaria lo llena este año Eliacer Cansino, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2010 por Una habitación en Babel.

La primera cita de esta edición tendrá lugar el miércoles 22 de febrero, a las 20.00 horas, en la Biblioteca Salvador García Aguilar (en Avenida del Chorrico, nº 44), con Juan José Millás, Premio Planeta por su novela biográfica El Mundo.

Según explica la Concejala de Cultura, ''Escritores en su Tinta cumple seis años en un saludable estado, gracias a los miles de lectores que se acercan a la Biblioteca Salvador García Aguilar para escuchar a sus autores favoritos hablar acerca de su obra''.
 Por su parte, la coordinadora del ciclo, Lola Gracia, ha explicado que ''cada vez resulta más fácil contar con autores de renombre en este evento cultural, gracias a la buena fama del mismo en el ámbito literario y editorial, debido a la buena gestión de los técnicos de la Concejalía de Cultura del ayuntamiento molinense y gracias a la inquietud del público que convierte cada encuentro en una actividad viva y entusiasta, que sorprende gratamente a los autores''.

En las ediciones anteriores han desfilado por Molina de Segura algunos de los escritores más destacados del panorama nacional e internacional, algunos de ellos verdaderos clásicos, como Ana María Matute, Zoé Valdés, Alfredo Bryce Echenique, Luis Leante, Ian Gibson, Luis Rojas Marcos, Ángela Vallvey, Javier Cercas, Fernando Sánchez Dragó, Ángeles Caso, María Dueñas, Eduardo Mendoza o Jorge Bucay.

Este año, la concejalía se ha marcado una serie de eventos promocionales del talento local, entre ellos es nombrar a los “Escritores en su tinta” visitantes otorgando la distinción honorifica de  “Asteroides Honorarios de la Muy Noble y Leal Orden del Gran Meteorito de Molina de Segura”

Fuentes:

http://www.molinadesegura.es/portal/fnot_d0_v1.jsp?codnoticia=4213&tipo=3

http://autoresdelmeteorito.blogspot.com/

CINCO GRANDES HISTORIAS DE AMOR LITERARIAS



Creemos —firmemente— que si no existiera el Amor —ese que habría que escribir siempre con A mayúscula— perderíamos la inmensa mayoría de las obras de la literatura universal.  Ya sea porque sería improbable que alguien se interesase por unos  Romeo y Julieta que sólo fueran amigos, o porque muchos escritor@s perderían  —irremediablemente— la inspiración. Por eso, y porque el Amor no es un reducto para sensibleros, sino la fuerza que nos impulsa ser valientes, audaces y soñadores, queremos celebrar San Valentín escogiendo algunas de las historias más apasionadas y emocionantes que hemos leídoPor cierto, ¿y vosotros? ¿Qué relatos nos propondríais?

Las penas del joven Werther


Cuando Johann Wolfgang von Goethe escribió, allá por 1774, esta intensa historia de desamor entre un joven artista, sensible y apasionado, llamado Werther, y la bella Charlotte, poco podía imaginarse que, más de dos siglos después, se la seguiría incluyendo entre las grandes obras de la literatura Universal. O quizás sí que llegó a vislumbrar el alcance futuro de su obra. Y es que, tras su publicación, Goethe pasó de ser un desconocido a toda una celebridad. Los jóvenes europeos trataban de imitar en cualquier pequeño detalle al protagonista del relato: su manera de amar, su estilo al vestir, los perfumes que utilizaba… Algunos, incluso, fueron demasiado lejos en su afán por recrear todo lo relacionado con el joven Werther, y llegaron a quitarse la vida, desengañados por amores imposibles. Porque de eso trata el libro, de un  amor que nuca pudo llegar a ser. Werther explica a través de las cartas que envía a su amigo Wilhelm la desdicha que le produce saber, con certeza, que nunca podrá estar con la mujer a la que ama, prometida a un caballero once años mayor que ella. Se trata de una historia trágica, sí, pero precisamente por ello muy poderosa.  Una opción para lectores voraces y que conseguirá recordaros, si es el caso, la suerte que tienen aquellos que aman y son correspondidos.

La princesa prometida


Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre. ¡Prepárate a morir!”. Es muy probable que esta frase sea lo más recordado de la novela que William Goldman escribió en 1973. Como en ocasiones ocurre con muchos otros relatos, la adaptación cinematográfica —con un fantástico Perter Falk (el incombustible detective Colombo) ejerciendo de narrador de la historia— ha acabado casi por fagocitar a su original de papel. Sin embargo se trata de una obra para reivindicar, y que reivindicamos.  La historia de la bella Buttercup y el intrépido Westley, que han prometido amarse eternamente,  de cómo el destino conspira para separarlos , y de las innumerables aventuras que han de superar para intentar volver a estar juntos,  reúne todas las características de los relatos clásicos de fantasía medieval, pero consigue darles la vuelta con un agudo sentido del humor. ¡Y que nadie se lleve a engaño! No se trata de un cuento para niños.  Aunque, desde luego, no nos opondremos a que los más jóvenes se decidan a leerlo!

No digas que fue un sueño


Terenci Moix ganó el Premio Planeta en 1986 por este relato a caballo entre la historia y la ficción, de una de las historias de amor más evocadas de todos los tiempos: Cleopatra y Marco Antonio. Todas los estadios del amor se dan cita en esta obra para explicarnos una relación que se extendió durante trece años, desde el 42 a.C. hasta el 30 a.C,  y que condensó pasión, celos, engaño, separación y, cómo no, un desenlace trágico que dos mil años después sigue despertando el interés de todos. En nuestra lista de grandes historias de amor en la literatura, no podía faltar un romance real que pasó a ser un mito, y que ha inspirado a escritores de cualquier época hasta llegar a la hábil y magistral interpretación de Terenci Moix.

Cyrano de Bergerac


La historia de un hombre a una nariz pegado, que diría Quevedo, es una de las obras teatrales más famosas de la literatura.Edmond Rostand, su autor, la estreno en el filo entre el siglo XIX y el XX, y resultó un éxito rotundo. Su protagonista, un hombre elocuente, bravucón, libertino, libre pensador, y dotado de un apéndice nasal de dimensiones poco saludables —sobre todo si se quiere tener una vida amorosa activa— se ha acabado convirtiendo en un icono global. La historia en archiconocida. Cyrano está enamorado de la hermosa Roxana. Debido a su fealdad, no espera jamás ser correspondido. Por su parte, Roxana bebe los vientos por el joven Cristián, que a diferencia de Cyrano es realmente atractivo, aunque no dispone de la elocuencia de Cyrano. Los dos hombres llegarán  un acuerdo: Cyrano escribirá las cartas de amor que Cristián entregará  a Roxana para que ésta caiga rendida a sus pies. ¡Si queréis saber qué ocurre con este triágulo amoroso, no os quedará otro remedio que leer la obra!

Breve historia de un amor eterno


Y una rara avis para concluir este mini listado que os proponemos por San ValentínBreve historia de un amor eterno, del escritor húngaro Szilárd Rubin ha sido comparada con la obra de autores de la talla de William Faulkner, Milan Kundera, Berthold Brecht, Henri-Alain Fournier o Marcel Proust. La historia nos traslada hasta el final de la Segunda Guerra Mundial ha terminado. Hungría está completamente devastada por las consecuencias de la contienda bélica.Dos jóvens, Attila y Orsolya, pertenecientes a clases sociales opuestas, viven una historia de amor imposible. Juntos descubrirán los límites de una relación que les llevará, en un intento desesperado por estar juntos, del amor romántico a la relación sexual más sádica y descorazonadora. Un relato para outsiders amantes de la buena literatura.

Fuente:

martes, 14 de febrero de 2012

PRIMER ANIVERSARIO!



Queridos amigos,


hoy cumplimos un año en la red.... hoy hace justo un año que nuestro querido club de lectura inició su travesía virtual y comenzamos una nueva aventura que  ya podemos decir que comienza a consolidarse.


Y no es baladí que naciéramos bajo tan afectuoso auspicio,  pues todo lo que hacemos desde este blog es siempre fruto de una gran pasión por la literatura, siempre con cariño, ilusión y ganas de seguir aprendiendo y de compartirlo con todos los que deseen acompañarnos en busca de recónditos puertos en los que amarrar.


Haciendo un poco de recuento sobre el último año, los datos son ciertamente ilusionantes:
104 artículos publicados, mas de 11.000 visitas ( aunque algunos acaparen un porcentaje importante de estas!! ;) y visitantes de mas de 50 países distintos (algo que aun me sigue sorprendiendo, la verdad...y entusiasmando!)


Siempre he pensado y pensaré que todo esto no tendría sentido si no formáramos el estupendo grupo humano y de amigos que hemos creado, eso es realmente lo que nos sustenta y da valor, la verdadera fuerza que impulsa todas estas iniciativas, incluso en ocasiones donde los vientos no son precisamente favorables.


 Sirvan estas palabras para expresar mis profundos deseos de continuar construyendo este pequeño rincón literario donde podamos seguir compartiendo nuestra pasión y dando cabida a toda suerte de iniciativas que sirvan, desde nuestra modesta aportación, para fomentar valores como la cultura, la curiosidad insaciable o la amistad, valores que por desgracia están cada vez mas devaluados y que son ahora mas necesarios que nunca.


Entre todos lo conseguiremos, gracias por hacerlo posible!

K avalier



lunes, 13 de febrero de 2012

PERO CUANDO AMANECE - LUIS ENRIQUE PRIETO


Pero cuando amanece

      En la playa larga y solitaria,
      cuando el sol comienza a acariciar
      las dunas y las olas,
      cuando las gaviotas y los peces
      saludan jubilosos el despertar de la mañana,
      entonces el mar, mi mar,
      me habla de emociones contenidas
      mientras mis pasos presurosos
      interrumpen el cristal claro de las aguas
      en las orillas de la playa.
 
      Entonces me hago de sueños
      y dejo acunar los sentimientos dormidos
      en cada paso, en cada huella
      de aguas y de arenas. Entonces
      mi canto es un canto de peces y gaviotas,
      de barcos que faenan a lo lejos,
      de bancos de sardinas o jureles
      que buscan su amor desesperado.
 
      Y mis pasos, que el agua borra
      pero que guarda la arena dorada,
      son versos de esperanza
      que voy lanzando a los vientos,
      al agua, a las olas, a las gaviotas...
      a todo lo que añoro y lo que amo.
 
                            - LUIS ENRIQUE PRIETO -

(Enviado por María García)

Se puede encontrar mucho mas sobre el autor y su obra en su página web:

NO INTENTEMOS EL AMOR NUNCA - LUIS CERNUDA


NO INTENTEMOS EL AMOR NUNCA

Aquella noche el mar no tuvo sueño,
cansado de contar, siempre contar a tantas olas,
quiso vivir hacia lo lejos,
donde supiera alguien de su color amargo.

Con una voz insomne decía cosas vagas,
barcos entrelazados dulcemente
en un fondo de noche,
o cuerpos siempre pálidos, con su traje de olvido
viajando hacia nada.

Cantaba tempestades, estruendos desbocados
bajo cielos con sombra,
como la sombra misma,
como la sombra siempre
rencorosa de pájaros estrellas.

Su voz atravesando luces, lluvia, frío,
alcanzaba ciudades elevadas a nubes,
cielo Sereno, Colorado, Glaciar del Infierno,
todas puras de nieve o de astros caídos
en sus manos de tierra.

Mas el mar se cansaba de esperar las ciudades,
allí su amor tan sólo era un pretexto vago
con sonrisa de antaño,
ignorado de todos.

Y con sueño de nuevo se volvió lentamente
adonde nadie
sabe nada de nadie,
adonde acaba el mundo.

                        -Luis Cernuda-

(Enviado por María García, ...gracias!!)

domingo, 12 de febrero de 2012

DE PUÑO Y LETRA - LA TABERNA DEL TIEMPO





LA TABERNA DEL TIEMPO

Olvidada en algún puerto,
casi muda,
una taberna en penumbra susurrante
reniega de su suerte.

Acodada en la madera,
una mujer
consumida por las tormentas
repara su cubierta
mientras aniquila su alma con aguardiente.
Anclada en inmemoriales bahías
se estremece,
y en su único ojo de buey sano
resbala sal de tiempos que ya naufragaron.

El Capitán del lugar,
con la quilla destrozada, igual que la vida,
entona vientos, canciones,
que una vez, allá en el puente,
valiente le hicieron ser.
Ni los cantos de sirena,
ni dementes tempestades, ni monstruos,
desviaron su timón,
pero el tiempo…¡Ay, maldito tiempo!.

Un marinero se sienta en un rincón
y se suicida en silencio
con la botella en la sien
y reponiendo cargadores de seis tragos de ron
sin descanso.
No fue el mar, ni el horizonte,
ni el sol, ni aguas bravías,
pero aquellos ojos verdes, embusteros,
como carcoma, devoraron su mascarón.

Hoy, el tiempo,
el despiadado,
el que se fue,
se bebe tres vidas en la taberna.


                                                                                   Enrique Luna 
-EL CASTOR-