ESTUDIO ROALD DAHL (1916-1990)
Escritor británico conocido especialmente como autor de narraciones infantiles y juveniles, pese a que su producción para adultos fue también de destacable calidad. Muchos de sus relatos se han convertido en películas de gran éxito internacional.
Roald Dahl nació el 13 de septiembre de 1916 en Llandaff, Glamorgan, País de Gales (Gran Bretaña), en el seno de una familia procedente de Noruega.
Su padre Harald, de origen noruego, murió cuando el futuro escritor sólo tenía tres años, era propietario de una provechosa empresa de suministros náuticos. Su madre, llamada Sofie Magdalene Hesselberg, se había convertido en la segunda esposa de Harald tras el fallecimiento de la primera, Marie, en el parto de su segundo hijo.
Esta desaparición dejó en apuros económicos a la familia, que hubo de trasladarse a una casa más pequeña. La madre prefirió seguir viviendo en Inglaterra antes que regresar a Noruega, cumpliendo con ello el deseo de su marido de educar a sus hijos en escuelas británicas.
Fue precisamente la estricta educación inglesa, que incluía fuertes castigos, una de las experiencias que mas profundamente marcaron el carácter del joven Roald, sirviendo de base en sus textos para el enfoque cruel del niño sobre el mundo adulto.
Hasta los 6 años, transcurre la vida de Roald en Llandaff con viajes a Noruega durante el verano donde están los
Dahl en 1925 con 9 años |
orígenes de sus padres y por tanto su familia. Además los niños hablan perfectamente noruego y esas vacaciones veraniegas constituyen para Roald toda una experiencia festiva.
Su niñez es el tema de su libro, Boy (Historias de La Infancia), en el que insiste que dicho libro no es su autobiografía, sino unas historias ocurridas en su niñez que le inspiraron para escribir otros libros.
No brilló especialmente en sus estudios, aunque destacó en actividades deportivas como el boxeo.
DAHL EN LA II GUERRA MUNDIAL
Después de terminar el colegio, pasó tres semanas explorando Terranova con un grupo llamado Publico Schoolss Exploring Society. En julio de 1934 ingresó a trabajar en la empresa petrolífera Royal Dutch Shell. Tras dos años de entrenamiento en el Reino Unido, fue transferido a Dar-es-Salaam, Tanganica (actual Tanzania). Junto con los otros dos únicos empleados de Shell en todo el territorio, vivió lujosamente en la Shell House, en las afueras de Dar-es-Salaam, con un cocinero y ayudantes personales, suministrando combustible en Tanganica.
En noviembre de 1939 se unió a la Royal Air Force. Después de un viaje en auto de casi mil kilómetros desde Dar-es-Salaam hasta Nairobi, fue aceptado para el entrenamiento de vuelo junto con otros dieciséis hombres, trece de los cuales morirían en combate aéreo más tarde. Con siete horas y cuarenta minutos de experiencia en su De Havilland Tiger Moth, comenzó a volar solo y apreció la vida silvestre de Kenia durante sus vuelos. Continuó con el entrenamiento avanzado en Habbaniya (ochenta kilómetros al oeste de Baghdad), Irak. Tras seis meses volando Hawker Harts, fue nombrado oficial y asignado al escuadrón número 80 de la RAF, volando obsoletos Gloster Gladiator. Dahl se sorprendió al descubrir que no sería entrenado en combate aéreo ni en cómo volar los Gloster Gladiators.
El 19 de septiembre de 1940, Dahl volaría su Gladiator desde Abu Suweir, Egipto, hasta Amiriya para recargar combustible, y luego hasta Fouka, Libia, por una segunda carga. En el tramo final, no pudo encontrar la pista y, corto de combustible y con la noche cayendo, se vio forzado a intentar un aterrizaje en el desierto. Desafortunadamente, el tren de aterrizaje golpéo una roca y el avión se estrelló. Roald se fracturó el cráneo, se rompió la nariz y se cegó. Logró arrastrarse lejos del avión en llamas, y se desmayó. Más tarde, escribió acerca de su accidente en su primer trabajo publicado. En una investigación de la RAF acerca del suceso, se descubrió que la ubicación a la que se le había indicado volar era completamente incorrecta, habiendo sido enviado a una zona entre las fuerzas británicas e italianas.
Dahl fue rescatado y llevado a un puesto de primeros auxilios en Mersah Matruh, donde recuperó la consciencia (aunque no la vista), y fue trasladado en tren al hospital de la Royal Navy en Alejandría. Allí se enamoró de una enfermera, Mary Welland, quien fue la primera persona que vio al recuperar la vista, tras ocho semanas de ceguera. Los doctores dijeron que no había ninguna posibilidad de que volviese a volar, pero en febrero de 1941, cinco meses después de ingresar al hospital, fue dado de alta y pasado a tareas de vuelo. En esos momentos, el escuadrón número 80 se encontraba en Elevsis, cerca de Atenas, Grecia, combatiendo junto con la British Expeditionary Force contra las fuerzas del Eje, sin esperanzas de derrotarlos. Ahora en un Hawker Hurricane, en abril de 1941, Dahl atravesó el Mar Mediterráneo para finalmente unirse a su escuadrón en Grecia, seis meses después de convertirse en miembro.
Dahl tuvo su primera acción sobre Chalcis, donde Junkers Ju 88s se encontraban bombardeando barcos. Sólo con su Hurricane contra seis bombarderos, logró derribar uno. Escribió sobre todos estos incidentes en su libro autobiográfico “Volando solo”.
Más tarde prestó servicio en Siria, y luego trabajó en inteligencia. Terminó la guerra como Wing Commander (rango de cuarto grado).
Su primera recopilación de relatos (Over to You; 10 Stories of Flyers and Flying, 1946) evocaría los horrores vividos en la guerra. Recuperado de sus heridas, en 1942 fue destinado a Washington como experto en asuntos de aviación de guerra; hasta 1945 trabajó para la Seguridad británica en Estados Unidos. Fue allí donde empezó a hacerse famoso como escritor, al ponerse a narrar en periódicos y revistas su visión de la guerra.
La obra de Roald Dahl
Dahl con Hemmingway |
Una vez instalado en Washington comenzó en serio su carrera como escritor, después de un encuentro con C. S. Forrester, el autor de “Captain Hornblower”. Forrester le pidió a Dahl que le contara su versión de la guerra, con la intención de hacer un relato ("pan comido") para una futura publicación. Dahl escogió plasmar sus experiencias sobre papel. Forrester quedó tan impresionado que inmediatamente buscó a un editor de revista para su publicación. Roald se quedó en los Estados Unidos, alcanzando renombre por sus historias cortas para revistas y periódicos.
Mediante el empleo de la ironía, el humor negro y/o macabro, y su ligereza narrativa, Roald Dahl logró el triunfo literario tanto por sus fábulas morales de carácter infantil y juvenil, como por sus obras enfocadas a un lector más adulto, significadas por finales sorprendentes y una orientación deliciosamente perversa, que no descuida, además de su visión sardónica de las relaciones humanas, temas involucrados con el mundo ecológico.
Aunque es recordado especialmente por sus narraciones para niños y jóvenes, Roald Dahl escribió numerosas obras para adultos de indudable interés y calidad, entre las que sobresale la obra que nos ocupa, Relatos de lo inesperado, una brillante colección de cuentos de intriga y humor negro. Muchos de estos relatos fueron originalmente escritos para revistas estadounidenses, tales como Ladies Home Journal, Harper's, Playboy y The New Yorker, y luego recogidos en antologías, ganando la aclamación mundial para el autor.
Dahl escribió más de sesenta cuentos y han aparecido en numerosas colecciones, algunas sólo publicadas en forma de libro después de su muerte.
Otras obras destacadas fueron “La venganza es mía”(1980), “Génesis y catástrofe”(1980), “Historias extraordinarias”(1977) y “El gran cambiazo” (1975). Sobresalió especialmente con historias mordaces e impactantes rayanas en la irrealidad y lo morboso o macabro en muchos casos; en ellas creó un clima amenazante, extraño, vinculado a la irracionalidad, combinando agudamente el humor negro con el suspense.
Mi tío Oswald (1979) es una de sus pocas novelas para adultos, se halla muy cercana a la ficción futurista y plantea un argumento ciertamente hilarante y original.
Este libro recoge una época particularmente desenfrenada de la vida del legendario tío Oswald, millonario, esteta, 'bon vivant' y un Don Juan infatigable, cuya vida amatoria deja en pañales a la del mismísimo Casanova. El tío Oswald es "el mayor fornicador de todos los tiempos", afirma su sobrino y transcriptor de sus Diarios.
Muy joven empieza a amasar su fabulosa fortuna: con polvo de escarabajo sudanés inventa unas píldoras de extraordinarias virtudes afrodisíacas, funda un banco de esperma y, en compañía de la excitante Yasmin, parte en busca de celebridades cuyo semen congelado será adquirido a precio de oro por acaudaladas clientas, ansiosas de tener retoños con pedigrí.
En este peculiar safari, las aventuras picarescas, a veces escabrosas, otras delirantes, se suceden a un ritmo trepidante. Yasmin, armada con las infalibles píldoras, seduce a Stravinsky, Renoir, Picasso, Nijinski, Joyce, Freud, Einstein, Conan Doyle, Proust y a una apreciable colección de testas coronadas. Impagable.------
Muy joven empieza a amasar su fabulosa fortuna: con polvo de escarabajo sudanés inventa unas píldoras de extraordinarias virtudes afrodisíacas, funda un banco de esperma y, en compañía de la excitante Yasmin, parte en busca de celebridades cuyo semen congelado será adquirido a precio de oro por acaudaladas clientas, ansiosas de tener retoños con pedigrí.
En este peculiar safari, las aventuras picarescas, a veces escabrosas, otras delirantes, se suceden a un ritmo trepidante. Yasmin, armada con las infalibles píldoras, seduce a Stravinsky, Renoir, Picasso, Nijinski, Joyce, Freud, Einstein, Conan Doyle, Proust y a una apreciable colección de testas coronadas. Impagable.------
Sin embargo, en sus historias para jóvenes fue uno de los pocos escritores ¿infantiles? que no trataba a los niños, sus máximos potenciales lectores, de manera convencional o excesivamente didáctica, didactismo que muchas veces esconde ideas conservadoras cuando no directamente retrógradas, algo completamente opuesto al enfoque, en ocasiones subversivo, del popular escritor.
Algunas de sus obras en el campo de la narrativa infantil y juvenil están consideradas entre las mejores de todos los tiempos. De hecho, sus relatos gustan tanto a los niños como a los mayores, ya que, en medio de sus historias protagonizadas por jóvenes, hay humor y crítica a la sociedad contemporánea. Junto a la magia y la fantasía, en sus libros aparece también la maldad y otros defectos del ser humano.
Con Walt Disney preparando "Los Gremlins" |
Su primer libro para niños fue “Los Gremlins”, que trataba de unas pequeñas criaturas malvadas que formaban parte del folclore de la RAF, fue publicado en 1943; El libro había sido encargado por Walt Disney para una película que se tituló “Gremlins” como un dispositivo de promoción para un largometraje animado que nunca se hizo, pero que dejo una herencia imborrable en la cultura popular.
“Charlie y la fábrica de chocolate” (1964) fue la novela que le hizo famoso entre los jóvenes de todo el mundo; llegó incluso a ser elegida número uno en una encuesta realizada por el prestigioso diario Sunday Times para seleccionar las diez mejores obras infantiles. De este último, Elaine Moss escribió en The Times: "Es el libro para niños más divertido que he leído en años; no sólo divertido sino también que conmueve al corazón joven.” El libro alcanzó gran éxito en todo el mundo. La edición china fue la mayor impresión bibliográfica nunca vista: ¡dos millones de ejemplares!
En “Charlie y el ascensor de cristal”(1978) continuó con el mismo personaje. Otros libros célebres son “James y el melocotón gigante” (1961), que cuenta la historia de un niño huérfano que vive con sus malvadas tías; “Las brujas”(1983), que narra el enfrentamiento de un niño y su abuela con la terrible Asociación de Brujas de Inglaterra; y “Los cretinos”(1980), que recoge historias de una pareja de viejos refunfuñones que odian a los niños.
Autor prolífico, la lista de obras memorables es extensísima: “Danny, el campeón del mundo” (1975), “El dedo mágico”(1966) o la ya citada “Matilda”(1982), la historia de una niña enamorada de los libros. Las novelas “Boy”(1984) y “Volando solo”(1986) se basaron en la vida del propio autor. Y todavía merecen destacarse los libros de poesía para niños “Cuentos en verso para niños perversos” (1982), “Qué asco de bichos” (1984) y Puchero de rimas (1989).
Además de las destacadas historias relatadas en “El superzorro” (1970), “La maravillosa medicina de Jorge”(1980), “El gran gigante bonachón”(1982), “El vicario que hablaba al revés”(1991), “Mi año”(1991), “Los Mimpis” (1991) y “Agu Trot”(1990).
CINE Y TV
En su primera etapa (1955-1962) trabajó con asiduidad en la escritura de guiones para series de televisión, entre ellas la célebre “Alfred Hitchcock presenta…”, también es autor del guión de una de las mas celebres películas de la saga James Bond “Solo se vive dos veces” (1967) y la película “Chitty Chitty Bang Bang” (1968). Curiosamente ambas eran adaptaciones del escritor Ian Fleming.
Roald Dahl fue también presentador de los programas Way out y Tales of the unexpected, serie televisiva donde se adaptaban las historias que componen la antología que nos ocupa este mes.
FILANTROPIA
La carrera de Roald pasó a un segundo plano cuando la familia sufrió varias tragedias.
Estuvo casado durante treinta años (desde 1953 hasta 1983), con la actriz estadounidense Patricia Neal. Tuvieron cinco hijos (incluyendo a la autora Tessa Dahl), uno de los cuales, Olivia Twenty Dahl, falleció de encefalitis por el virus de sarampión a la edad de siete años, en 1962 y, tres años después, su esposa Patricia Neal sufrió una peligrosa enfermedad que estuvo a punto de dejarla ciega e inválida. Para colmo de males, su hijo Theo sufrió un grave accidente de carretera que le causó daños en el cerebro, lo que derivo en hidrocefalia, cuando sólo tenía tres años. Dahl pasó muchos meses trabajando con la ayuda de dos amigos, un ingeniero y un neurocirujano en una válvula especial que servía para drenar líquidos de la cabeza de su hijo y permitía a éste vivir con normalidad, sin tener que permanecer conectado a una máquina.
La válvula Wade-Dahl-Till todavía se usa hoy en día y Theo tuvo una espectacular recuperación.
A pesar de estas desgracias, Dahl logró salir adelante y continuó escribiendo obras que le hacían cada vez más famoso en todo el mundo. Con “Matilda”, uno de sus últimos libros (convertido también en película de gran éxito), batió todos los records de ventas.
Roald Dahl murió a causa de una leucemia en en su casa, Gipsy House, en Great Missenden, Buckinghamshire, el 23 de noviembre de 1990. Tenía 74 años.
Desde la muerte del autorl, sus libros han mantenido su popularidad. El total de ventas en el Reino Unido ronda los 30 millones, con más de un millón de copias vendidas al año. Las ventas han aumentado particularmente en Estados Unidos, donde los libros de Dahl están alcanzando ahora el estatus de “bestsellers”,
A lo largo de su vida Roald Dahl donó parte de las ganancias que obtenía para los mas necesitados, por lo que tras su muerte, su viuda Liccy Dahl, estableció -The Roald Dahl Foundation- para continuar con esta tradición. La Fundación ofrece becas en tres áreas básicas: alfabetización, neurología y hematología, apoyando o financiando proyectos que ayuden a la gente de forma práctica. La fundación esta también acercando la música clásica a los niños haciéndola divertida, a través de composiciones musicales basadas en la obra de Roald Dahl
Su hija Ophelia Dahl es directora y cofundadora (junto con el doctor Paul Farmer) de Partners in Health, una organización sin fines de lucro dedicada a proveer cuidados médicos a algunas de las más empobrecidas comunidades del mundo.
Se puede contactar con la Roald Dahl Foundation a través de su pagina web http://www.roalddahlcharity.org/ o pinchando aquí.
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Espero que os guste y que, al menos, nos sirva como contexto para la próxima reunión.Un abrazo, nos vemos muy pronto!
Muy interesate, David, la vida de Roald Dalh.
ResponderEliminarYo, por mi parte, puedo anticiparos que la precisión de su estilo me ha cautivado. Su narrrativa mordaz e imprevisible, debe ser tenida encuenta a la hora de escribir, pero huyendo de la tentación de caer en imitaciones.
Un abrazo
Manuel