miércoles, 21 de marzo de 2012

DE PUÑO Y LETRA - "EL AMOR" de MANUEL BOSQUET

Hola amigos,

 os dejo un nuevo relato breve o "microrrelato" como me gusta llamarlos, en esta ocasión enviado por Manuel Bosquet Llopis, excelente autor, valenciano para mas señas y sobre todo buen amigo, del que ya comentamos su primera y estupenda novela "Un lugar en el pasado"  en estas mismas páginas. La reseña escrita por Beatriz Masiá (una delicia en si misma) la podéis recuperar en el siguiente enlace. 

Espero que disfrutéis del relato y que comentéis que os parece.

Un abrazo.



El Amor

Su gesto melancólico atrajo mi atención. Viajaba sentada frente a mí en el Metro, que dada la hora, iba medio vacío. ¡Cuanta amargura nos depara a veces la vida!, pensé, mientras observaba a la muchacha ausente del mundo que la rodeaba. Me preguntaba cual podía ser el motivo de su tristeza. Pero no era capaz de interpretar el problema que le acuciaba. Me estrellaba ante una maraña de ideas imposibles de interpretar. Pero no podía dejar de observarla. Me tenía intrigado. Ella era una rubia de ojos azules y se hallaba en los mejores años de su juventud. Era realmente bonita, algo que contrastaba con la tibieza de su semblante entristecido…
Pero sucedió algo que iba a cambiar de repente las cosas.
De dentro de su bolso se oyó la señal un pitido. Con mano agitada la muchacha buscó su móvil hundido entre sus pertenencias, y pulsó la tecla para leer el mensaje que alguien le había enviado…
Fue espectacular, un milagro. Y no de la ciencia ni de los avances de la humanidad, sino de la esperanza que nunca se pierde y que siempre llega para darle un nuevo impulso a la vida.
Primero fueron sus ojos azules los que se iluminaron y cobraron vigor; su gesto contraído se relajó, y una sonrisa leve se dibujó en su rostro junto a un par de lágrimas de felicidad que ella apartó discreta consciente ahora de que no estaba sola en el Metro. Por primera vez se dio cuenta de mi presencia y me miró ruborizada, pero sin dejar de leer el mensaje que yo supuse era de la persona que la había entristecido.
Todavía permaneció un par de estaciones  sentada frente a mí. Durante esos pocos minutos, leyó y releyó con deleite su preciado correo y cada vez que lo hacía, un gesto de serena felicidad llenaba de esperanza su joven vida.
Cuando ella se fue, mi vejez se recortaba en el cristal de la ventana. Mirándome, recordé mi juventud y no pude por menos que esbozar una sonrisa. Entonces pensé: El amor es la fantasía del alma joven y está muy bien. Pero la verdadera felicidad se encuentra en uno mismo y el amor del alma, oculto entre los pliegues de los años. Para encontrarlo, hay que aprender a amarse sin perder la esperanza de ser amado.

                               Manuel Bosquet Llopis

2 comentarios:

  1. No hay nada más difícil que retratar la cotidianeidad con esa pura belleza que nos has dejado en tu relato. Por un instante llamas la atención sobre uno de esos minutos que transitan nuestras vidas y detienes el tiempo, y nos dices, sin decirlo, que no dejemos pasar las pequeñas cosas, las importantes. En ellas está el secreto de vivir. Bravo Manuel. No te puedes ni imaginar todo lo que aprendo de tí. Desde luego que me siento el aprendiz más afortunado del mundo.
    Un abrazo Maestro.

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  2. Gracias, Enrrique. Yo no aprendo menos de ti, y lo digo en serio. Tu magnífico relato sobre los galgos me ha inspirado para escribir una breve historia sobre un muchacho y su perro. Si nuestro incondicional amigo David lo considera oportuno, lo publicará en el bloc.

    Un abrazo.

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